El turismo y la administración llevan años tratando de adaptarse a los nuevos tiempos, donde nuevas modalidades de arrendamiento han llegado para quedarse, siendo especialmente destacable el papel de los pisos turísticos (tipo AirBnB) para uso estival.
Lo que inicialmente parecía una gran oportunidad para dar más uso a las segundas viviendas o “casas de verano” (vacías la mayor parte del año) ha acabado por convertirse en un problema, ya que la proliferación sin control de este tipo de alojamientos causa grandes molestias al vecindario. Por todo ello, y aunque las propias empresas gestoras de este tipo de alquileres están tratando de ponerle freno y evitar el mal uso de los pisos turísticos, muchos ayuntamientos ya han decidido tomar cartas en el asunto y restringir su localización tanto en zonas específicas de la ciudad como en las propias edificaciones:
Pontevedra acordó recientemente limitar ese tipo de alojamientos a viviendas situadas en planta baja o primera (como un uso terciario), viviendas unifamiliares, o en edificio completo si se destina exclusivamente a ese uso. Sigue por tanto el ejemplo de Madrid y otras grandes ciudades al respecto.
Santiago de Compostela se une ahora para evitar que la proliferación incontrolada de estos pisos continúe causando molestias a los residentes habituales: problemas de descanso por el ruido, inseguridad por la entrada y salida de gente ajena, y molestias en general cuando se encuentran en medio de viviendas habituales.
Así pues, parece que el cambio a uso residencial de locales no sólo es una salida ideal para destinarlos a pisos de alquiler vacacional, si no que a corto plazo parece que será la única posibilidad para quienes quieran “sacarse un buen pellizco” aprovechando el boom de las Rías Baixas a nivel nacional e internacional, y por qué no, las Navidades en Vigo que año tras año ocupan el 100% de la capacidad hotelera de la ciudad.
Si quieres invertir en un piso de alquiler vacacional en Vigo, en AC8 podemos asesorarte y ayudarte a encontrar un local válido para el cambio de uso que entre en tu presupuesto. Igualmente, si tienes un local u oficina vacío o con escasa rentabilidad, es un gran momento para transformarlo tú mismo y obtener beneficios, o al menos, ponerlo en el mercado con el atractivo (y el beneficio) añadido de saber que sirve para convertirlo en vivienda.